Legado y tradición: 7 templos edición Manuel Mujica Millán

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Jueves Santo, 14 de abril de 2022, Caracas, Venezuela.

Recorrido Urbano [Legado y tradición: 7 templos], experiencia de ciudad diseñada por #CCSen365 y Rebeca Tineo-Guillén| Hashtag oficial: #CCSen365Los7Templos

Fue una mañana inusualmente fresca para ser Semana Santa, y una masa de gente alegre y variopinta está lista para patear calle: amigos, parejas, en solitario, familias enteras con niños, ¡muchos niños!, los voluntarios y aliados, todos activos para emprender camino.

Arrancamos puntual a las 8:30 nuestra peregrinación en el icónico recojeloco, buscando una de las primeras huellas del arquitecto español Manuel Mujica Millán (1897 – 1963), hacia el oeste de Caracas. En unos 20 minutos llegamos a la Casa Montalbán, o Casa Vollmer, 1940, en la actual sede de la Conferencia Episcopal Venezolana.

 “Hay dos razones por las que Alberto F. Vollmer decide mudarse de la central azucarera de El Palmar a Caracas. (…) Quería explotar más los terrenos de la Hacienda Montalbán, y el delicado estado de salud de su esposa. Aquí podía tener un dominio de todos los terrenos. (…) El clima, la topografía, la vegetación seguramente hizo bien para la esposa Vollmer”  explica LuisRa al grupo que escucha atentamente.

Vollmer le encarga la casa a Mujica Millán al poco tiempo de haber llegado a tierras venezolanas, tal vez por su trabajo en el hotel Majestic, tal vez por simpatía con otro inmigrante, lo que sí es cierto que esto es un patrón donde él “pareciera siempre saber con quién relacionarse”.

 “Mujica Millán se vuelve el arquitecto de moda de las residencias, especialmente de la alta sociedad caraqueña de la época ” nos cuenta Rebeca Tineo-Guillén, arquitecta y la guía urbana invitada del día.

Tomamos un momento para admirar mejor los alrededores y la fachada, husmeamos a través de las ventanas de la casa, y así como llegamos, nos encaminamos, ahora sí, a nuestro primer templo.

Llegamos a la Plaza La Concordia, subimos y cruzamos a la izquierda para encontrarnos con el Santuario Nacional Expiatorio de La Independencia, o Iglesia de las Siervas del Santísimo Sacramento, 1909 – 1948, actualidad, “es una rememoración de su estilo en concreto armado y mampostería” dice Rebeca refiriéndose al estilo neogótico que caracteriza a la obra.

Fue concebida en 1909, y pasó por muchos arquitectos. Mujica Millán trabajó en ella desde 1928, cuando la proyectó como una pequeña catedral gótica. Posteriormente otros arquitectos continúan su plan, y Erasmo Calvani la inaugura incompleta en 1948.

“Hay que subrayar la importancia en este momento del proyecto de conservación de este templo (…), lo que tiene que ver con sus cubiertas que necesitan impermeabilización” Aseveró LuisRa

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 “Se me erizan los pelos porque a mi mamá le hicieron su vestido de novia aquí, y yo no me acordaba ni como llegar” 

 recuerda nostálgica Rafaela Pérez, quien vino junto a su suegra al recorrido.

Deambulamos por la estructura y salimos por la entrada principal, para apreciar mejor la majestuosidad de su fachada, y partir a nuestro próximo destino, el segundo templo.

 Atravesando el tráfico del centro de Caracas hacia el noroeste, llegamos a la Iglesia Nuestra Señora de Altagracia, 1656, conocida por ser uno de los templos más longevos de la ciudad.

En 1812 queda en ruinas, y por lo convulsionado de la época, su reconstrucción demoró más de 40 años. “Si algo merece este templo ahorita, es un proyecto de restauración. Por su longevidad, por su estatus de parroquia (…) Es una manzana fundacional importante, y merece mayor valoración y mayor difusión” comenta LuisRa mientras admiramos el interior de la iglesia.

Apreciamos rápidamente el altar mayor, y salimos por una puerta trasera para atravesar la Plaza del BCV, pasar por la Iglesia Las Mercedes, y finalmente llegar al bulevar del Panteón Nacional, 1874, que a pesar de no ser un templo, es una monumento histórico en el que Mujica Millán también deja su legado en 1930, cuando proyecta el pórtico y la fachada como hoy se le conoce, “la osadía técnica de cuando tomaba estas renovaciones… Los detalles, casi todo en mampostería. Hay unos arcos catenarios interesantísimos, retomando un poco a Gaudí, del modernismo catalán” reflexiona Rebeca frente al monumento.

Caminamos el último tramo, pasando por el controversial mausoleo, y nos montamos nuevamente en el recojeloco hacia el tercer templo.


Ya en el Santuario San José del Ávila, 1904-1945-1985, es difícil admirar su fachada desde la estrecha calle, pero no por eso pasa desapercibido. Nos adentramos al patio central hacia la iglesia, donde encontramos un remanso de paz bajo el sol del mediodía.

Después de cumplir un ciclo de obras caritativas y educativas del padre Machado, en 1945 se inaugura la Iglesia de San Benito, al pasar la responsabilidad del internado San José a los monjes benedictinos. El espacio fue modificado hasta 1965, que fue reconocido como la primera abadía del país. Actualmente, y desde 1990, es la sede del colegio San José del Ávila.

Saludamos a los jóvenes que se preparan para las celebraciones de la semana mayor, descansamos, admiramos el templo y nos despedimos para emprender camino nuevamente.

Vamos ahora sentido este, por la Cota Mil, hasta Los Caobos para echarle un ojo al exterior de la Nunciatura Apostólica, en la cual Mujica Millán también trabajó en el diseño. El paso a su capilla lamentablemente está restringido desde marzo de 2020.

Vamos entonces hacia esas calles residenciales de La Florida, que aún conservan un atisbo de la frondosidad imaginada por Mujica Millán en estos desarrollos urbanos estilo “ciudad jardín”, y que complementaba con lo que para él era el foco más importante, una iglesia. Llegamos así, al cuarto templo.


La Iglesia San Rafael de la Florida, 1942, fue proyectada por Erasmo Calvani como parte de un  desarrollo urbano posterior a La Florida y que fue impulsado por Manuel García en 1935.

Su estructura simple, pareciera inspirada en la arquitectura española, contrastando con su fachada, mucho más ornamentada. Y aunque estos aspectos son sencillos, le dan un encanto especial, que junto a su historia, la ha convertido en una de las iglesias más conocidas y cotizadas para casarse en la ciudad.

Y estando allí, un clásico de esa magia caraqueña. Aparecieron (¡nuestros amigos!) los ciclistas, rodando también por los siete templos.

Terminamos la visita, y nos vamos cerquita, a uno de los hitos de la zona y el quinto templo del recorrido, la monumental Iglesia Nuestra Señora de Chiquinquirá, 1958.

Fray Gerardo nos recibe, y amablemente nos guía hasta el coro, en el segundo piso. Nos sentamos y escuchamos: “Hay algo que se ha perdido (…), y es la teología de los templos. Todo tiene un sentido espiritual, todo te va hablando y te va enseñando algo de Dios” dice en referencia al rosetón que corona esta área privilegiada del templo, y representa al Espíritu Santo.

Mujica Millán originalmente proyectó aquí una iglesia, como era costumbre para él, pero la idea del Club La Florida fue favorecida por los inversionistas así que diseñó entonces un exclusivo espacio de esparcimiento para la crema y nata caraqueña de la época. En 1945 las instalaciones caen en manos de los padres Capuchinos, y en 1958 se inaugura el templo que hoy conocemos.

“Me gustó mucho la iglesia de La Chiquinquirá, es bella, y me recordó a mi juventud, yo iba mucho a esa iglesia. Los recuerdos siempre son buenos. Yo me crié en Upata con los padres Capuchinos, después hasta me casé con uno… Entonces todas esas cosas tienen rememorancia”  Sra. Esperanza Van Prag


Nos acercamos así al final del recorrido, hacia uno de los puntos focales del legado de Mujica Millán en Caracas: la Urbanización Campo Alegre.

 Llegamos a la Casa Ustáriz, 1933, que fue proyectada por Mujica Millán para la cuñada de Carlos Heny, promotor de las parcelas de esta zona y que anteriormente eran parte de la estancia Pan Sembrar.

Llama la atención cómo a la par de desarrollar esta y muchas de las casas vecinas, con las mismas influencias neocoloniales y neobarrocas, desarrolla también su vivienda personal, la Quinta Las Guaycas, tomando referentes modernos, y convirtiéndola así en la primera de su tipo en Venezuela.

“Es una de las casas que ha sobrevivido esa hecatombe que estamos viendo, como en Las Mercedes”

En principio fue de uso familiar, y luego pasó a ser la sede del colegio Mater Christi hasta 1993. Actualmente es la casa de retiro de las Hermanas Dominicas de la Presentación, quienes nos recibieron en el sexto templo del día, la capilla de la Casa Ustáriz, y nos invitaron a elevar una oración frente al altar, que, como dato curioso, fue diseñado por una de las hermanas.

 


Finalmente, y en menos de dos minutos, llegamos al encuentro con la Capilla Nuestra Señora del Carmen, 1936, que aunque parece fuera de lugar en un mar de edificios modernos, se impone, y reclama su estatus en la zona.

Concebida bajo la dualidad de ser una pequeña iglesia vecinal y proyectada como “una gran iglesia barroca”, tiene una mezcla entre arquitectura vasca, catalana, y neocolonial, está llena de detalles, que sabemos se desarrollaban in situ y, también mucho trabajo artesano,  todos ellos elementos vertebradores de las obras de Mujica Millán y su legado arquitectónico en Caracas.

Antes de retirarnos del séptimo templo, cerramos escuchando una cápsula sonora sobre ese segundo aire que tendrá el arquitecto al mudarse a Mérida, y desarrollar el proyecto de la catedral, el palacio de gobierno y el conjunto de la Universidad de Los Andes.

En el bus de regreso hay caritas cansadas mirando por la ventana, otras se asoman y respiran la brisa del camino a todo dar, y con el entusiasmo a tope. Las conversaciones, las risas, las tradiciones, las fotos del día, los aprendizajes y vivencias, son nuevos recuerdos felices que generamos en cada uno de estos recorridos urbanos, permitiéndonos reconocer nuestra historia, redescubrir el encanto de la ciudad, y reconciliarnos así con Caracas. Para soñarla, para vivirla, y para crearla, tenemos Caracas.

Foto grupal @yullterenenfoco
Esta crónica refleja la experiencia [Los 7 Templos, edición Manuel Mujica Millán], un recorrido diseñado por [CCSen365] y Rebeca Tineo-Guillén.
Autores:

Eva

Crónista Urbano

Yull

Fotógrafa Urbana

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