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Sábado, 25 de julio 2020
Cuando pienso en la Quinta de Anauco la primera que responde es mi piel. ¡La memoria cutánea existe y es muy eficiente! Especialmente si te encuentras, como yo, lejos de Caracas.
Recorrido Urbano [ Hacia San Bernardino ], experiencia de ciudad diseñada por #CCSen365 | Hashtag oficial: #CCSen365Recorrido7
Mis primeros recuerdos de ese espacio entrañable de la Caracas vecina a las faldas de El Ávila me traen una noción tersa de humedad junto a su olor característico, una mezcla inusual de verde intenso, el café que rodeaba sus patios y algún aceite con los que -seguramente- acarician hoy las superficies añosas de su colección de muebles que abarca varios estilos del periodo hispánico. La dupla olfato y tacto se manifiesta con eficiencia suiza en ese rincón tan tropical, tan genuinamente caraqueño.
Si apelo a mi memoria reciente recuerdo que la última vez que visité la hermosa sede del Museo de Arte Colonial de Caracas fue en el 7° recorrido organizado por @CCSen365 en septiembre de 2016.
¡Y fue maravilloso!
Nos adentramos en el urbanismo serpenteante de San Bernardino desde la Plaza Los Erasos. Fueron 13 las estaciones amenizadas -como de costumbre- por interesantes y nutritivas cápsulas de conocimiento en cada hito arquitectónico o urbano. Una ricura esos paseos, tan anhelados hoy, mientras nos encontramos entre cuatro paredes y una pandemia, pero sigamos rememorando espacios gratos, que de eso va esta breve crónica con recorrido virtual incluido. «»
La experiencia del encuentro comenzó en el patio frente a la fuente de agua que antiguamente se encontraba en la esquina de Muñoz, en el centro capitalino. Allí, tras una dinámica de conversaciones lúdicas, nos fuimos [re]conociendo y animando a hacer juntos ese viaje momentáneo a nuestro pasado, al que llegamos 202 caminantes ávidos de ciudad.
Todo un récord de asistencia conformó la manada urbana constituida gracias al liderazgo de LuisRa Bergolla @las_itacas y a su empeño y constancia en organizar recorridos que nos devuelven el legítimo derecho a disfrutar nuestra ciudad.
Con la solidaria ayuda de los voluntarios de [CCSen365] nos desplegamos por todos los salones, en grata compañía de los guías del museo; luego escuchamos al arquitecto Luis Guillermo Marcano @marcanoradaelli glosar sobre la cubierta de caña amarga y viguetas de mangle; las paredes construidas con tierra pisada y refuerzos intercalados de cal y canto que caracterizan las construcciones de la época.
Mientras la brisa se mecía por los corredores y nos invitaba a admirar sus espacios, mi mente se remontaba a otros momentos en los que tuve la suerte de asistir a un recital de piano y ser testigo de cómo las notas musicales se mueven en ese ambiente de solaz, generando una atmósfera que imagino parecida a la de tiempos lejanos, cuando el piano era un mueble imprescindible.
Todo invita a la contemplación en la Quinta de Anauco. Los pisos de ladrillo cocido, las puertas y ventanas en madera articuladas por goznes de hierro, que aún hoy se mantienen intactos. Fue inicialmente conocida como La Casa de Solórzano y erigida en el periodo colonial comprendido entre 1796 y 1797. Aunque el consenso en cuanto a su construcción no es unánime porque también se señala como cierta la fecha de 1632, por parte del capitán Juan Sánchez Morgado.
De lo que no hay duda es que fue concebida originalmente como una casa de campo conformada por una planta de un solo nivel, en torno a dos patios interiores y un programa de varias estancias desarrollado en 700 m2. Como la mayoría de las casonas de esa época y fiel a su tipología, las habitaciones se comunican interiormente, estableciendo entre ellas un diálogo de otros tiempos. Y claro, en la Caracas de hoy se nos hace difícil pensar a San Bernardino como sitio para descansar, pero imaginemos por un momento la considerable distancia entre el casco histórico de Caracas y estos parajes avileños, adonde se iba a “temperar” o refugiar en épocas de epidemias en medio del verdor circundante.
Fue necesaria la exhaustiva restauración que se realizó entre 1958 y 1961, para que se constituyese en sede del mencionado Museo de Arte Colonial de Caracas. Hoy posee una de las colecciones más valiosas y mejor conservadas de nuestro país. Afortunadamente, está dirigido por un hombre que ha dedicado su vida y obra al estudio, investigación, difusión y cuidado de este valioso patrimonio: Don Carlos Duarte.
Hitos y hechos importantes:
Diciembre 1939: Se celebró la primera exposición de Arte Colonial en el recién estrenado Museo de Bellas Artes de Caracas. Fue un paso importantísimo porque con esta exposición se puso en valor nuestro legado colonial, muchas veces minimizado.
Octubre 1942: Se creó la Asociación Venezolana Amigos del Arte Colonial, junto al Museo de Arte Colonial de Caracas. Ambas instituciones fueron fundadas por el Dr. Alfredo Machado Hernández.
Diciembre 1942: Se inauguró el Museo de Arte Colonial de Caracas en la casa de la esquina de Llaguno que, lamentablemente fue demolida en 1953.
Enero 1978: La Junta Nacional Protectora del Patrimonio Histórico y Artístico de la Nación, declaró la colonial casona Monumento Histórico Nacional. Más tarde, entre los años 2001 y 2002 se hizo una restauración integral y se incorporaron nuevos espacios culturales.
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Colección de obras de arte
La colección de pintura y escultura del Museo de Arte Colonial está conformada en su mayoría por obras del período hispánico, con aportes significativos de las escuelas de El Tocuyo, Mérida y Trujillo. Los temas recurrentes de esta época eran el religioso y el retrato, de los cuales se conservan aquí valiosas muestras.
En cuanto al mobiliario el espectro exhibido es variado y asciende a 224 piezas de los periodos Barroco, Rococó y Neoclásico. Al conjunto básico inicial: camas, bancos, mesas, escaparates y arcones se fueron sumando muebles más elaborados que seguían las tendencias de la moda para estar a la altura del indiscutible influencer de entonces: Francia. Los ebanistas hicieron modificaciones tanto en proporciones como en materiales para crear luego nuevas piezas, incluyendo técnicas más refinadas en el tallado y pintado de ellas. Una de esas piezas es la cama con copete tallado y pintado en dorado, a la usanza de entonces.
A pesar de que el diseño del mobiliario en Venezuela se regía estrictamente por la moda europea y apenas incorporaba algunas variaciones propias de la interpretación local, se creó un mueble original en el siglo XVII, la butaca. Creada para dar confort a quien la usara, ya que ofrece un cierto grado de inclinación, tanto en el asiento como en el respaldo. Lo más destacable además del difundido diseño de esta variante de la silla es que se bautizó con la voz “butaca”, originaria del dialecto cumanagoto que hoy se extiende a todos los hispanohablantes.
También cuenta el Museo con una hermosa muestra de platería. Aunque la mayoría de la plata forjada entre los siglos XVI y XVIII se perdió en las guerras de Independencia, el Museo conserva unas 95 piezas de significativa importancia.
También podemos disfrutar de una colección de 120 piezas de cerámica provenientes de distintos países: Inglaterra, España, Holanda, China y México, así como delicadas piezas fabricadas en vidrio.
En esta fecha, el Aniversario 453 de Caracas y dada la contingencia actual donde la casa adquiere una relevancia por ser nuestro cobijo, nuestro lugar seguro, #CCSen365 rinde homenaje a esta casona colonial que reviste singular importancia en nuestro acervo caraqueño y es cuidada con esmero y sapiencia por un equipo de venezolanos dignos de la responsabilidad de esta edificación patrimonial que nos pertenece a todos.
Te invitamos a recorrerla, a mirar con detenimiento los detalles y a sentirte cerca de El Ávila, en ese recodo de San Bernardino, aunque estés frente a tu pantalla.
¡Bienvenido[a] a la Quinta de Anauco!
Esta crónica refleja parte de la experiencia [Hacia San Bernardino], un recorrido urbano organizado por @ccsen365 en 2016 y contó con el apoyo de la Asociación Amigos del Arte Colonial @quintadeanauco.
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