
Crónica urbana: Casona Colonial
Para tu comodidad, te recomendamos darle click al botón [REPRODUCIR] para disfrutar de esta crónica en modalidad audible. Sábado, 25 de julio 2020 Llamador, diseño
[Créditos] : Producción Audiovisual: @CCSen365 y Nelson Salinas @nsalinas_audiovisual
Registro de cámara y edición: Nelson Salinas
Musicalización: [Clover 3] Vibe Mountain| Inspirational
Encontrarás aquí el recorrido virtual para mantener viva la tradición y [re]visitar siete templos caraqueños durante la Semana Santa y sin salir de tu casa. Esta trayectoria imaginaria une a la urbanización Los Chorros con La Concordia, pasando por Boleita, Campo Alegre, La Florida y El Conde.
En esta ocasión, el hilo conductor de esta experiencia on-line será la arquitectura religiosa diseñada por Erasmo Calvani [1915-1997], con el propósito de [re]descubrir sus capillas, iglesias y santuarios de un alto valor histórico, religioso y patrimonial.
Bajo la curaduria y guiatura de LuisRa Bergolla [@las_itacas | gestor cultural e impulsor de CCSen365], acompañado de Rebeca Tineo [@rebk_tineo | especializada en historia de la arquitectura] podrás [re]descubrir los distintos valores patrimoniales que encierran cada uno de los templos seleccionados para este recorrido. Sus cápsulas informativas te brindarán contenidos original en diversos formatos: fichas técnicas, mapa interactivo, textos y audios interpretativos, junto a hermosos registros de video y fotografía.
El apellido Calvani proviene de Córcega, uno de los tantos apellidos con este origen que se asentarían a inicios del siglo XIX en el oriente del país. Sería en Río Caribe donde Erasmo Calvani y María Vicenta Grisanti Franceschi formarían la línea genealógica que un par de generaciones después daría a luz al arquitecto. Su padre sería Luis Francisco Calvani, ingeniero fundador de la Oficina Técnica de Hidrocarburos, colaborador para la primera Ley de este sector en 1920 y prominente diplomático. Esta última ocupación es la que marcaría la infancia y formación de su prole. Arístides, conocido político de COPEI, nacería en Trinidad y Tobago, mientras que Erasmo, quien sí nacería en Caracas, se formaría entre Suiza y Bélgica.
Calvani regresa a Caracas recién titulado en 1939 de la Escuela Superior de Arquitectura San Lucas de Amberes en Bélgica. Aún está por conocerse en qué circunstancias Calvani conseguiría tan rápidamente varios encargos, aún sin tener en sus manos la reválida de su título profesional, que le permitiría luego tener completa libertad en sus búsquedas constructivas. Entre sus primeras obras se encuentran la Iglesia de San Rafael de La Florida, dos edificios industriales y el edificio de Gradillas, con el cual iniciaría su sociedad de 20 años con el arquitecto español Joan Capdevila, quien también estaba recién graduado y habría llegado a Venezuela después de dos años escapando de la Guerra Civil española.
La historia de esta moderna y austera capilla, escondida entre muros, está íntimamente vincula con las Siervas del Santísimo Sacramento y la devoción religiosa de la familia Bueno Plaza. Juntos materializarán una de las misiones apostólicas y educativas que se lleva con éxito desde la urbanización Los Chorros: el Instituto Educativo “Elena de Bueno”.
La iniciativa se debe al Dr. Adolfo Bueno [1881-1967], reconocido médico, hacendado y empresario de bienes raíces, quien en 1957 decide financiar y poner en marcha este instituto de carácter eucarístico y social para garantizar educación a niñas de limitados recursos. Originalmente bajo una modalidad de internado, las alumnas contaron con los espacios, servicios, recursos y programas indispensables para su instrucción supervisada por las hermanas del Santísimo.
Para hacer esto posible, el Dr. Bueno dispuso su residencia personal – ubicada en la avenida principal de Los Chorros – como sede primaria del colegio. A esta casa conocida como Villa Elena [1920´s], de estilo ecléctico y proyectada por Luis Alejandro Urbaneja Tello, se le sumarán progresivamente en sus áreas de jardín otras edificaciones independientes y de nueva planta, entre ellas, una capilla diseñada por Erasmo Calvani a principios de los años sesenta.
Sobresale esta capilla del resto del conjunto por su arquitectura moderna de una sola nave y el empleo de materiales austeros capaces de generar una atmosfera de sosiego. Una gran cubierta en concreto armado define su espacio interior abovedo, de esos que se calculan matemáticamente como un paraboloide hiperbólico [haciendo su semejanza con una silla de montar caballo].
Dentro de ella apreciamos como el espacio es iluminado naturalmente a través de una sucesión de vanos acristalados y puertas en ambos laterales de la nave, junto a un gran ventanal en su fachada principal que sigue la forma del arco parabólico. Pequeñas claraboyas en su cubierta refuerzan los efectos lumínicos. El altar mayor está definido piramidal y minimalísticamente por 3 cuerpos superpuestos de líneas rectas que formando nichos exhibe tres imágenes religiosas contra un fondo de rejillas de ventilación.
La historia de esta moderna y austera capilla, escondida entre muros, está íntimamente vincula con las Siervas del Santísimo Sacramento y la devoción religiosa de la familia Bueno Plaza. Juntos materializarán una de las misiones apostólicas y educativas que se lleva con éxito desde la urbanización Los Chorros: el Instituto Educativo “Elena de Bueno”.
La historia de esta moderna y austera capilla, escondida entre muros, está íntimamente vincula con las Siervas del Santísimo Sacramento y la devoción religiosa de la familia Bueno Plaza. Juntos materializarán una de las misiones apostólicas y educativas que se lleva con éxito desde la urbanización Los Chorros: el Instituto Educativo “Elena de Bueno”.
La iniciativa se debe al Dr. Adolfo Bueno [1881-1967], reconocido médico, hacendado y empresario de bienes raíces, quien en 1957 decide financiar y poner en marcha este instituto de carácter eucarístico y social para garantizar educación a niñas de limitados recursos. Originalmente bajo una modalidad de internado, las alumnas contaron con los espacios, servicios, recursos y programas indispensables para su instrucción supervisada por las hermanas del Santísimo.
Para hacer esto posible, el Dr. Bueno dispuso su residencia personal – ubicada en la avenida principal de Los Chorros – como sede primaria del colegio. A esta casa conocida como Villa Elena [1920´s], de estilo ecléctico y proyectada por Luis Alejandro Urbaneja Tello, se le sumarán progresivamente en sus áreas de jardín otras edificaciones independientes y de nueva planta, entre ellas, una capilla diseñada por Erasmo Calvani a principios de los años sesenta.
Sobresale esta capilla del resto del conjunto por su arquitectura moderna de una sola nave y el empleo de materiales austeros capaces de generar una atmosfera de sosiego. Una gran cubierta en concreto armado define su espacio interior abovedo, de esos que se calculan matemáticamente como un paraboloide hiperbólico [haciendo su semejanza con una silla de montar caballo].
Dentro de ella apreciamos como el espacio es iluminado naturalmente a través de una sucesión de vanos acristalados y puertas en ambos laterales de la nave, junto a un gran ventanal en su fachada principal que sigue la forma del arco parabólico. Pequeñas claraboyas en su cubierta refuerzan los efectos lumínicos. El altar mayor está definido piramidal y minimalísticamente por 3 cuerpos superpuestos de líneas rectas que formando nichos exhibe tres imágenes religiosas contra un fondo de rejillas de ventilación.
Sobre la avenida Rómulo Gallegos a la altura de Boleita, sobresale esta iglesia que rompe con todos los cañones establecidos tradicionalmente para la construcción de una iglesia católica. Su arquitecto, Nilda Suárez de Pinedo, reproduce aquí una solución arquetipal que nuestros indígenas venezolanos han empleado por generaciones: la churuata. De este modo, la planta es una circunferencia limpia cuyo diámetro interior alcanza los 10.40 metros.
La historia de esta moderna y austera capilla, escondida entre muros, está íntimamente vincula con las Siervas del Santísimo Sacramento y la devoción religiosa de la familia Bueno Plaza. Juntos materializarán una de las misiones apostólicas y educativas que se lleva con éxito desde la urbanización Los Chorros: el Instituto Educativo “Elena de Bueno”.
La iniciativa se debe al Dr. Adolfo Bueno [1881-1967], reconocido médico, hacendado y empresario de bienes raíces, quien en 1957 decide financiar y poner en marcha este instituto de carácter eucarístico y social para garantizar educación a niñas de limitados recursos. Originalmente bajo una modalidad de internado, las alumnas contaron con los espacios, servicios, recursos y programas indispensables para su instrucción supervisada por las hermanas del Santísimo.
Para hacer esto posible, el Dr. Bueno dispuso su residencia personal – ubicada en la avenida principal de Los Chorros – como sede primaria del colegio. A esta casa conocida como Villa Elena [1920´s], de estilo ecléctico y proyectada por Luis Alejandro Urbaneja Tello, se le sumarán progresivamente en sus áreas de jardín otras edificaciones independientes y de nueva planta, entre ellas, una capilla diseñada por Erasmo Calvani a principios de los años sesenta.
Sobresale esta capilla del resto del conjunto por su arquitectura moderna de una sola nave y el empleo de materiales austeros capaces de generar una atmosfera de sosiego. Una gran cubierta en concreto armado define su espacio interior abovedo, de esos que se calculan matemáticamente como un paraboloide hiperbólico [haciendo su semejanza con una silla de montar caballo].
Dentro de ella apreciamos como el espacio es iluminado naturalmente a través de una sucesión de vanos acristalados y puertas en ambos laterales de la nave, junto a un gran ventanal en su fachada principal que sigue la forma del arco parabólico. Pequeñas claraboyas en su cubierta refuerzan los efectos lumínicos. El altar mayor está definido piramidal y minimalísticamente por 3 cuerpos superpuestos de líneas rectas que formando nichos exhibe tres imágenes religiosas contra un fondo de rejillas de ventilación.
La Florida, que a pesar de sus verdes intenciones fue un proyecto fallido, bastó para que Luis Roche y Juan Bernardo Arismendi plantaran en 1928 la semilla de una nueva Caracas. La iniciativa y la estética de La Florida marcarían tendencia. Este suburbio campestre sería el primer ejemplar del urbanismo de Ciudad-Jardín de la mano del arquitecto español Manuel Mujica Millán. Mientras que en las próximas décadas incontables hacendados se convertirían en promotores de sus propios […]
La historia de esta moderna y austera capilla, escondida entre muros, está íntimamente vincula con las Siervas del Santísimo Sacramento y la devoción religiosa de la familia Bueno Plaza. Juntos materializarán una de las misiones apostólicas y educativas que se lleva con éxito desde la urbanización Los Chorros: el Instituto Educativo “Elena de Bueno”.
La iniciativa se debe al Dr. Adolfo Bueno [1881-1967], reconocido médico, hacendado y empresario de bienes raíces, quien en 1957 decide financiar y poner en marcha este instituto de carácter eucarístico y social para garantizar educación a niñas de limitados recursos. Originalmente bajo una modalidad de internado, las alumnas contaron con los espacios, servicios, recursos y programas indispensables para su instrucción supervisada por las hermanas del Santísimo.
Para hacer esto posible, el Dr. Bueno dispuso su residencia personal – ubicada en la avenida principal de Los Chorros – como sede primaria del colegio. A esta casa conocida como Villa Elena [1920´s], de estilo ecléctico y proyectada por Luis Alejandro Urbaneja Tello, se le sumarán progresivamente en sus áreas de jardín otras edificaciones independientes y de nueva planta, entre ellas, una capilla diseñada por Erasmo Calvani a principios de los años sesenta.
Sobresale esta capilla del resto del conjunto por su arquitectura moderna de una sola nave y el empleo de materiales austeros capaces de generar una atmosfera de sosiego. Una gran cubierta en concreto armado define su espacio interior abovedo, de esos que se calculan matemáticamente como un paraboloide hiperbólico [haciendo su semejanza con una silla de montar caballo].
Dentro de ella apreciamos como el espacio es iluminado naturalmente a través de una sucesión de vanos acristalados y puertas en ambos laterales de la nave, junto a un gran ventanal en su fachada principal que sigue la forma del arco parabólico. Pequeñas claraboyas en su cubierta refuerzan los efectos lumínicos. El altar mayor está definido piramidal y minimalísticamente por 3 cuerpos superpuestos de líneas rectas que formando nichos exhibe tres imágenes religiosas contra un fondo de rejillas de ventilación.
La audacia de la modernidad de los años cincuenta se hizo presente en la urbanización El Conde a partir de la inserción de esta iglesia parroquial, la primera dedicada en Venezuela a la advocación de la Virgen de Fátima. Su construcción en 1955, fue sufragada por la colonia portuguesa en nuestro país, que representa la segunda diáspora en importancia de portugueses en América.
La historia de esta moderna y austera capilla, escondida entre muros, está íntimamente vincula con las Siervas del Santísimo Sacramento y la devoción religiosa de la familia Bueno Plaza. Juntos materializarán una de las misiones apostólicas y educativas que se lleva con éxito desde la urbanización Los Chorros: el Instituto Educativo “Elena de Bueno”.
La iniciativa se debe al Dr. Adolfo Bueno [1881-1967], reconocido médico, hacendado y empresario de bienes raíces, quien en 1957 decide financiar y poner en marcha este instituto de carácter eucarístico y social para garantizar educación a niñas de limitados recursos. Originalmente bajo una modalidad de internado, las alumnas contaron con los espacios, servicios, recursos y programas indispensables para su instrucción supervisada por las hermanas del Santísimo.
Para hacer esto posible, el Dr. Bueno dispuso su residencia personal – ubicada en la avenida principal de Los Chorros – como sede primaria del colegio. A esta casa conocida como Villa Elena [1920´s], de estilo ecléctico y proyectada por Luis Alejandro Urbaneja Tello, se le sumarán progresivamente en sus áreas de jardín otras edificaciones independientes y de nueva planta, entre ellas, una capilla diseñada por Erasmo Calvani a principios de los años sesenta.
Sobresale esta capilla del resto del conjunto por su arquitectura moderna de una sola nave y el empleo de materiales austeros capaces de generar una atmosfera de sosiego. Una gran cubierta en concreto armado define su espacio interior abovedo, de esos que se calculan matemáticamente como un paraboloide hiperbólico [haciendo su semejanza con una silla de montar caballo].
Dentro de ella apreciamos como el espacio es iluminado naturalmente a través de una sucesión de vanos acristalados y puertas en ambos laterales de la nave, junto a un gran ventanal en su fachada principal que sigue la forma del arco parabólico. Pequeñas claraboyas en su cubierta refuerzan los efectos lumínicos. El altar mayor está definido piramidal y minimalísticamente por 3 cuerpos superpuestos de líneas rectas que formando nichos exhibe tres imágenes religiosas contra un fondo de rejillas de ventilación.
Esta capilla se presenta como el icono arquitectónico más importante de Campo Alegre, en donde Manuel Mujica Millán [1897-1963], retomando sus propuestas de Ciudad-Jardín, le otorga al pequeño templo un protagonismo dentro del trazado de esta urbanización. Es este arquitecto español el responsable también de la remodelación del Panteón Nacional en 1930, de allí las similitudes entre ambas edificaciones a las que se les impone un personal estilo neobarroco.
La historia de esta moderna y austera capilla, escondida entre muros, está íntimamente vincula con las Siervas del Santísimo Sacramento y la devoción religiosa de la familia Bueno Plaza. Juntos materializarán una de las misiones apostólicas y educativas que se lleva con éxito desde la urbanización Los Chorros: el Instituto Educativo “Elena de Bueno”.
La iniciativa se debe al Dr. Adolfo Bueno [1881-1967], reconocido médico, hacendado y empresario de bienes raíces, quien en 1957 decide financiar y poner en marcha este instituto de carácter eucarístico y social para garantizar educación a niñas de limitados recursos. Originalmente bajo una modalidad de internado, las alumnas contaron con los espacios, servicios, recursos y programas indispensables para su instrucción supervisada por las hermanas del Santísimo.
Para hacer esto posible, el Dr. Bueno dispuso su residencia personal – ubicada en la avenida principal de Los Chorros – como sede primaria del colegio. A esta casa conocida como Villa Elena [1920´s], de estilo ecléctico y proyectada por Luis Alejandro Urbaneja Tello, se le sumarán progresivamente en sus áreas de jardín otras edificaciones independientes y de nueva planta, entre ellas, una capilla diseñada por Erasmo Calvani a principios de los años sesenta.
Sobresale esta capilla del resto del conjunto por su arquitectura moderna de una sola nave y el empleo de materiales austeros capaces de generar una atmosfera de sosiego. Una gran cubierta en concreto armado define su espacio interior abovedo, de esos que se calculan matemáticamente como un paraboloide hiperbólico [haciendo su semejanza con una silla de montar caballo].
Dentro de ella apreciamos como el espacio es iluminado naturalmente a través de una sucesión de vanos acristalados y puertas en ambos laterales de la nave, junto a un gran ventanal en su fachada principal que sigue la forma del arco parabólico. Pequeñas claraboyas en su cubierta refuerzan los efectos lumínicos. El altar mayor está definido piramidal y minimalísticamente por 3 cuerpos superpuestos de líneas rectas que formando nichos exhibe tres imágenes religiosas contra un fondo de rejillas de ventilación.
Forma parte de un gran complejo educativo comisionado por una congregación que llega al país en 1924, llamada directamente para apoyar a la Iglesia local en la educación de las jóvenes venezolanas. En 1933 se fundaría su colegio en Caracas en una residencia que pronto le quedaría chica, forzando su traslado en 1943 con todas sus alumnas internas y semi-internas, e incluso algunas novicias, a un edificio aún en obras en un suburbio apenas poblado.
La historia de esta moderna y austera capilla, escondida entre muros, está íntimamente vincula con las Siervas del Santísimo Sacramento y la devoción religiosa de la familia Bueno Plaza. Juntos materializarán una de las misiones apostólicas y educativas que se lleva con éxito desde la urbanización Los Chorros: el Instituto Educativo “Elena de Bueno”.
La iniciativa se debe al Dr. Adolfo Bueno [1881-1967], reconocido médico, hacendado y empresario de bienes raíces, quien en 1957 decide financiar y poner en marcha este instituto de carácter eucarístico y social para garantizar educación a niñas de limitados recursos. Originalmente bajo una modalidad de internado, las alumnas contaron con los espacios, servicios, recursos y programas indispensables para su instrucción supervisada por las hermanas del Santísimo.
Para hacer esto posible, el Dr. Bueno dispuso su residencia personal – ubicada en la avenida principal de Los Chorros – como sede primaria del colegio. A esta casa conocida como Villa Elena [1920´s], de estilo ecléctico y proyectada por Luis Alejandro Urbaneja Tello, se le sumarán progresivamente en sus áreas de jardín otras edificaciones independientes y de nueva planta, entre ellas, una capilla diseñada por Erasmo Calvani a principios de los años sesenta.
Sobresale esta capilla del resto del conjunto por su arquitectura moderna de una sola nave y el empleo de materiales austeros capaces de generar una atmosfera de sosiego. Una gran cubierta en concreto armado define su espacio interior abovedo, de esos que se calculan matemáticamente como un paraboloide hiperbólico [haciendo su semejanza con una silla de montar caballo].
Dentro de ella apreciamos como el espacio es iluminado naturalmente a través de una sucesión de vanos acristalados y puertas en ambos laterales de la nave, junto a un gran ventanal en su fachada principal que sigue la forma del arco parabólico. Pequeñas claraboyas en su cubierta refuerzan los efectos lumínicos. El altar mayor está definido piramidal y minimalísticamente por 3 cuerpos superpuestos de líneas rectas que formando nichos exhibe tres imágenes religiosas contra un fondo de rejillas de ventilación.
El Centenario de la Independencia no sólo dio edificaciones civiles. El monseñor Juan Bautista Castillo combatía la secularización del nuevo Estado Nación desde el siglo anterior. En 1896 fundaría la congregación de la Siervas del Santísimo Sacramento. Y en 1899 lograría que el Arzobispo de Caracas, monseñor Críspulo Rodríguez, consagrara la Nación al Santísimo Sacramento […]. Y finalmente, en 1909 lograría […]
La historia de esta moderna y austera capilla, escondida entre muros, está íntimamente vincula con las Siervas del Santísimo Sacramento y la devoción religiosa de la familia Bueno Plaza. Juntos materializarán una de las misiones apostólicas y educativas que se lleva con éxito desde la urbanización Los Chorros: el Instituto Educativo “Elena de Bueno”.
La iniciativa se debe al Dr. Adolfo Bueno [1881-1967], reconocido médico, hacendado y empresario de bienes raíces, quien en 1957 decide financiar y poner en marcha este instituto de carácter eucarístico y social para garantizar educación a niñas de limitados recursos. Originalmente bajo una modalidad de internado, las alumnas contaron con los espacios, servicios, recursos y programas indispensables para su instrucción supervisada por las hermanas del Santísimo.
Para hacer esto posible, el Dr. Bueno dispuso su residencia personal – ubicada en la avenida principal de Los Chorros – como sede primaria del colegio. A esta casa conocida como Villa Elena [1920´s], de estilo ecléctico y proyectada por Luis Alejandro Urbaneja Tello, se le sumarán progresivamente en sus áreas de jardín otras edificaciones independientes y de nueva planta, entre ellas, una capilla diseñada por Erasmo Calvani a principios de los años sesenta.
Sobresale esta capilla del resto del conjunto por su arquitectura moderna de una sola nave y el empleo de materiales austeros capaces de generar una atmosfera de sosiego. Una gran cubierta en concreto armado define su espacio interior abovedo, de esos que se calculan matemáticamente como un paraboloide hiperbólico [haciendo su semejanza con una silla de montar caballo].
Dentro de ella apreciamos como el espacio es iluminado naturalmente a través de una sucesión de vanos acristalados y puertas en ambos laterales de la nave, junto a un gran ventanal en su fachada principal que sigue la forma del arco parabólico. Pequeñas claraboyas en su cubierta refuerzan los efectos lumínicos. El altar mayor está definido piramidal y minimalísticamente por 3 cuerpos superpuestos de líneas rectas que formando nichos exhibe tres imágenes religiosas contra un fondo de rejillas de ventilación.
Para tu comodidad, te recomendamos darle click al botón [REPRODUCIR] para disfrutar de esta crónica en modalidad audible. Sábado, 25 de julio 2020 Llamador, diseño
Un leve estruendo rompió con el silencio de la mañana. Una pareja de guacamayos jugaba sobre un viejo chaguaramo en las cercanías de la Facultad de Medicina. Nos congregamos frente a una de las obras artística del campus, diseño de Francisco Narváez, un singular mural figurativo que de la bienvenida a ese recinto.
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[CRÉDITOS GENERALES] :
Idea original y conceptualización: LuisRa Bergolla
Coordinación de Multimedia y Web: Nelson Salinas
Coordinación de Pregiras y Registros Fotográficos: Gregorio Carrillo
Coordinación de Imagen: Manuel Lara
Guías Urbanos: LuisRa Bergolla, Rebeca Tineo, Francisco Pérez Gallegos y Fray Luis Antonio Salazar
Agradecimientos: A cada una de las congregaciones que nos permitieron hacer posible este recorrido analógico y virtual.